Reducir la brecha climática
Autor: Linda Brown, Vicepresidenta Senior
Los seres humanos han evolucionado durante milenios para responder a las amenazas que son inmediatas y urgentes. En cambio, no estamos intrínsecamente preparados para afrontar crisis planetarias existenciales como el cambio climático. Sin embargo, esta es la tarea a la que nos enfrentamos.
En los últimos blogs hemos analizado algunos de los descubrimientos más importantes de la última década que nos obligan a replantearnos los enfoques convencionales de la huella de carbono, la elaboración de políticas y la mitigación. También hemos señalado las formas en que las empresas están generando valor comercial (consulte nuestro seminario web gratuito de 3 partes) a partir de sus actividades corporativas de mitigación y compensación climática. Si a esto le añadimos los obstáculos psicológicos, la tarea se vuelve aún más desalentadora. Digámoslo así: hablar del tiempo puede ser un tema de conversación universal, pero hablar del cambio climático difícilmente le hará ganar amigos en una fiesta.
Empecé a investigar un poco más a fondo cuando empecé a hablar del tema. Uno de los recursos más accesibles que he encontrado es un breve vídeo producido por los estudios digitales de la PBS, "Why Some People Don't Believe in Climate Science". Una narración convincente combinada con una animación deconstruye hábilmente las barreras subconscientes que tan a menudo encontramos al hablar del clima. El vídeo plantea varios puntos clave:
- Ante las amenazas futuras, nuestro cerebro encuentra excusas para retrasar la acción.
- Un "sesgo de optimismo" hace que muchos de nosotros creamos que las cosas realmente malas sólo les ocurren a otras personas.
- Tendemos a gravitar hacia los hechos que son coherentes con nuestras creencias.
- Nuestro ancho de banda para preocuparnos por los problemas es limitado -la mayoría de las veces, problemas dentro de nuestra esfera inmediata-, mientras que los problemas que parecen demasiado vastos para ser resueltos simplemente no pasan el corte.
- Tendemos a ver el mundo a través de marcos que nos permiten centrarnos en una información seleccionada y dejar de lado otra.
- La presión del grupo es un factor importante. Hay que ser muy valiente para desmarcarse del círculo social y arriesgarse a ser condenado al ostracismo.
Muchos comentaristas han llamado la atención sobre otro obstáculo: lo que ahora se denomina "dolor por el cambio climático". La inminente sensación de fatalidad y los sentimientos de impotencia ante esta crisis hacen que muchas personas simplemente se apaguen. Bill Nye "El chico de la ciencia" nos ha hecho un gran favor al aportar algo de humor a un tema que, de otro modo, sería sombrío. En colaboración con Arnold Schwartzenegger, aparece en un documental de National Geographic Explorer, "Bill Nye's Global Meltdown", que explora las cinco etapas del duelo: Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación, con Schwartzenegger en el improbable papel de terapeuta. El dúo bipartidista también aboga sutilmente por la unidad de propósito en este periodo de polarización.
Como todos los buenos comunicadores, Nye utiliza un lenguaje sencillo y directo, se anticipa a las preguntas de su público y se basa en lo que éste ya sabe para ser inclusivo y no didáctico. Sigue la fórmula probada de pasar del problema a la solución, y termina con una nota optimista.
El ritmo y la repetición también son importantes para que cada idea se asimile. También hay que ir a un ritmo adecuado o correr el riesgo de agotarse.
Una de las piezas más importantes del rompecabezas es escuchar además de hablar. A medida que aprendemos más sobre los factores que impulsan el cambio climático y las posibles opciones de mitigación, la mayoría de nosotros se enfrentará inevitablemente a información que desafía nuestras propias creencias profundamente arraigadas y las de nuestro grupo de iguales. Para hacer frente a este problema, debemos ser escrupulosos y seguir los hechos hasta donde nos lleven, en lugar de volver a caer en los tópicos conocidos dentro de nuestras zonas de confort habituales.
Al hablar del clima, es importante reconocer y admitir que todos vivimos con algún nivel de hipocresía. Las decisiones que hemos tomado individual y colectivamente nos han llevado gradualmente a este punto de la crisis climática. Naturalmente, deducimos que el problema puede revertirse de forma similar, mediante una reducción gradual de las emisiones. El problema, sin embargo, es que estamos experimentando un aumento no lineal de la temperatura global. Intelectualmente, entendemos lo que esto significa, pero en nuestras entrañas -en nuestra experiencia visceral del mundo- es simplemente difícil de comprender. Lo que significa es que las opciones que tenemos para lograr la estabilización del clima son cada vez más limitadas.
A medida que se profundiza en nuestra comprensión científica del cambio climático, nos corresponde enfrentarnos a estas barreras psicológicas, salvar la brecha e identificar colectivamente un camino viable para avanzar.
Para más información sobre la gama completa de servicios climáticos de SCS, consulte https://www.scsglobalservices.com/.
Linda Brown es cofundadora y vicepresidenta senior de SCS Global Services.
Para consultas o comentarios: Póngase en contacto con nosotros hoy mismo.